Comentario ácido de Nacho Vigalondo en Twitter: “Nuestros padres cruzaban la frontera para ir al cine a ver películas cachondas. Nosotros cruzaremos la frontera para ir al cine”. A lo que cabría añadir: también cruzaremos la frontera para hacer cine. Enrique López Lavigne, fundador de la productora Apaches (Lo imposible), define la situación: “Estamos en el epicentro de la tormenta perfecta”.Traducción: no hay dinero para cine en España. El Estado recorta las ayudas, las televisiones compran menos, el IVA sube, los bancos no fían y la taquilla marca mínimos. Álvaro Longoria, productor de Morena Films (Los últimos días, Alacrán enamorado), amplia la explicación: “El mercado español se ha puesto complicadísimo. Las tres vías de financiación tradicionales (subvenciones públicas, televisiones y público) están ahora mismo en el limbo”. La industria española ha entrado en barrena. Toca salir afuera a hacer películas.
Vigalondo como síntoma. Sus dos primeras películas, Extraterrestre (2007) y Los Cronocrímenes (2011), funcionaron de un modo esquizofrénico. Mal en España, bien en el extranjero. Taquilla ridícula aquí, ventas internacionales y prestigio festivalero allá. Tras interpretar estos datos, Apaches concluyó: debe rodar en inglés y con estrellas internacionales. El resultado es Open Windows, protagonizada por Elijah Wood y Sasha Grey.
“El mercado español parece no dar más de sí tras las últimas caídas de espectadores. Hay que buscar alternativas. Mover proyectos que tengan sentido en otros mercados. Buscar financiación fuera”, cuenta Lavigne a El Confidencial. Es decir, amarrar ventas internacionales antes del estreno. Open Windows, producida por Apaches y Antena 3, es un éxito antes incluso de saber cuándo se estrena. Se ha vendido hasta en territorios tradicionalmente reacios al cine español como China y Rusia. “Ya está amortizada”, adelanta Lavigne a El Confidencial.
“Lo ideal sería que Open Windows fuera bien aquí, claro, pero España ha dejado de ser nuestro territorio de referencia. Ahora es un mercado más”, aclara Lavigne, cuya productora lleva media década apuntando al extranjero, algo que ha pasado de ser una estrategia astuta a convertirse en una necesidad imperiosa.
“Nos estamos diversificando. Siempre hemos apostado por la internacionalización, pero ahora la estamos potenciando. Si en España no hay mercado, habrá que irse fuera porque películas vamos a seguir produciendo”, afirma Longoria. Morena Films prepara ahora los nuevos proyectos de los hermanos Pastor (Los últimos días) ySantiago Zannou (Alacrán enamorado). Con una diferencia sustancial respecto a sus dos películas anteriores: las nuevas se rodarán en inglés. “La ventaja a la hora de vender es que los directores españoles son muy respetados en Europa y en EEUU, aunque sus películas no funcionen bien en España. Como cualquier otro empresario español, nuestra supervivencia pasa por la exportación. O cogemos el talento español y lo vendemos fuera o tratamos de acoplarnos a producciones anglosajonas que ya estén en marcha”.
“Somos españoles pero no vamos a dejarnos caer con el mercado”, aclara Longoria antes de señalar que Morena está implicada en una coproducción con reparto y director anglosajón. Un proyecto, por tanto, que no dará trabajo en España. “Eso es un problema que demuestra que los verdaderos perjudicados de la crisis no somos los productores, sino los trabajadores que sacan adelante los rodajes. Para mi es muy sencillo irme a Londres a cerrar un trato, pero para un técnico no es tan fácil hacer la maleta y buscar trabajo en el extranjero”, zanja.
Al menos ya hay algo de red para tirarse a la piscina: el joven exilio español en Hollywood ofrece su ayuda a quien se atreva a saltar el charco. Somos La Panda es una cooperativa formada en 2012 por once jóvenes españoles afincados en Los Ángeles y dedicados alaudiovisual. Un grupo de directores, guionistas, montadores, productores y directores de fotografía que trabajan en cine, televisión y publicidad y han decidido remar juntos para que la travesía del exilio no se haga tan dura. “La idea era unir fuerzas para ofrecer servicios de producción tanto por la alta demanda que hay en la ciudad como por la necesidad que detectábamos en España de filmar y producir en EEUU. Somos un puente entre ambos país para facilitar el trabajo”, aclara Pau Brunet, fundador de una cooperativa en la que también figuran María Aceves, Jon Aguirresarobe, Jana Díaz, Guillermo Escalona, Julia Fontana, Pablo Gómez-Castro, Elisa Lleras, Carlos Marques-Marcet, David Martín-Porras y Elia Urquiza.
La cooperativa trabajó el año pasado en la producción de Open Windows, dando apoyo logístico con visados, desplazamientos, seguros, contrataciones de personal y trato con los sindicatos estadounidenses.
Pero el verdadero desafío son las producciones propias. “Queremos involucrarnos en proyectos dirigidos o escritos por españoles”, cuenta Brunet. La cooperativa arrancará su primer rodaje en agosto: 10.000Km es una coproducción entre España y EEUU (Lastor Media y La Panda) protagonizada por Bárbara Lennie (Los condenados, Todas las canciones hablan de mí) y dirigida por el debutante Carlos Marqués, miembro de la cooperativa. TVE ha comprado los derechos de un filme que ha obtenido las ayudas MEDIA Europa. La cinta se rodará entre Barcelona y Los Ángeles.
La cooperativa también está moviendo el guion de Texas Story, un thriller político que dirigiría David Martin-Porras (director de Stealing Summer y socio de Somos La Panda) y se está vendiendo con la ayuda de un corto previo, Inside the Box. “El proyecto ha sido seleccionado para participar en un taller de Ibermedia en México, donde lo presentaremos a una serie de productores latinos”, aclara Brunet. El presupuesto estimado de Texas Story es de 4 millones de dólares.
Somos La Panda también ofrece servicios de asesoría a producciones españolas que quieran dar el salto a EEUU. Por ejemplo, la nueva cinta de Agustí Villaronga (Pa negre) tras su triunfo en los Goya: La cruz y la espada es una producción de Bat a Bat que narra las peripecias de Junípero Serra, el monje que fundó las colonias originales de California. “Va sobre el choque de culturas entre la España y la América de hace 300 años. Se trata de un proyecto ambicioso ya que pretende rodarse en EEUU, en inglés y con casting internacional. Nuestro trabajo es desarrollar su potencial como producto seductor para el mercado norteamericano (e internacional) y asesorar en producción y financiación”, aclara Brunet.
Hasta aquí los proyectos de Somos La Panda. Ahora vamos con las dificultades para edificar este puente entre España y EEUU. “Gran parte de nuestra industria desconoce el sistema estadounidense, les asusta y les frena. Sacar adelante una película en EEUU es complicado, hay que tratar con agencias de talento, managers y aseguradoras, pero se puede hacer y acaba abriendo muchas puertas. Hay que saber adaptarse. Aquí hay muchos descuentos fiscales, subvenciones indirectas asociadas a la inversión en el rodaje”, aclara Brunet.
Para rematar, la pregunta del millón: ¿Es Hollywood una solución para las producciones españolas ahora que el grifo del crédito está cerrado, el gobierno se desentiende económicamente y la industria amenaza con desmoronarse? “Rotundamente sí. EEUU es el centro de la industria, para bien y para mal. Desarrollar un proyecto aquí le da a un tono más apetitoso para los mercados internacionales, que es la mejor vía para financiarse en estos momentos”, zanja Brunet.
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