Son mucho más vulnerables a la soledad. Además, con la paternidad se ponen más sensibles y después de los 30 hay menos probabilidades de que sean infieles.
Robin Nixon publicó un artículo en Livescience donde revela todo lo que necesitamos saber acerca de ellos.
Son más emocionales. Habitualmente se cree que el género femenino es más emocional, pero lo cierto es que los hombres desde la infancia aprenden a ocultar las emociones sólo porque culturalmente se considera algo “impropio del hombre”.
Son más vulnerables a la soledad. Los hombres de avanzada edad están más vulnerables según explica el doctor Louann Brizendine, profesor de Psicología Clínica en la Universidad de California.
Enfocado en buscar soluciones. El Dr. Brizendine destaca que el sistema empático del cerebro masculino no responde cuando alguien tiene un problema, como ocurre en las mujeres. La zona que se activa cuando ello ocurre es la que busca respuestas para controlar la situación.
Olvidan a su pareja si no la tienen delante. Pranjal Mehta, psicólogo social de la Universidad de Columbia en Nueva York, explica que los hombres se olvidan de su pareja cuando ésta desaparece de su campo visual.
Defienden sus posesiones. Según el doctor Brizendine, parte del trabajo masculino es “la defensa del césped”, como un modo de “defender el territorio”. Los hombres son más propensos a volverse violentos cuando se enfrentan a una amenaza amorosa o de territorio.
Necesitan una jerarquía. Una jerarquía inestable puede causar ansiedad en los hombres pero una cadena de mando establecida, como la practicada por los militares, reduce su agresión.
En la madurez disminuye la competitividad. Cuando el cerebro masculino madura se preocupa más por las relaciones y la cooperación que cuando es joven, momento en el que le preocupa más competir por el estatus.
Ser padre les hace sensibles. Cuando un hombre va a ser padre sufre unos cambios hormonales fomentando de este modo los comportamientos paternos.
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