La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) no es la única que espía los teléfonos inteligentes. Muchas personas ordinarias también están usando sofisticados programas para interceptor las comunicaciones inalámbricas de sus amantes, hijos y rivales de negocios.
Según un nuevo examen del tráfico de datos de dispositivos móviles, los teléfonos de cientos de personas dentro de la muestra tenían programas de vigilancia instalados.
No se trata de aquellas aplicaciones maliciosas que los usuarios han descargado bajo engaño o por error. Son programas disponibles en el mercado que personas con acceso físico a los aparatos han instalado para secretamente mantener una bitácora de cada mensaje de texto, llamada y contacto y, en algunos casos, escuchar las llamadas en tiempo real.
La inmensa mayoría de estas instalaciones se le podría atribuir a parejas e investigadores privados, según Michael Shaulov, CEO de Lacoon Mobile Security, una compañía de reciente creación con sede en San Francisco y que estuvo a cargo del estudio.
Aunque el número de teléfonos con programas espías fue relativamente pequeño, apenas más de 600 casos – Shaulov espera que esa cifra continúe en aumento a medida que más personas estén al tanto de la tecnología de vigilancia, ya sea a nivel del consumidor o del gobierno.
Los hallazgos del estudio de Lacoon ofrecen una infrecuente mirada a cómo los consumidores usan técnicas de espionaje que tradicionalmente estaban limitadas al entorno de las agencias gubernamentales de espionaje.
Además, el espionaje corporativo es una creciente motivación para instalar programas espías.
En su investigación, Lacoon examinó el tráfico inalámbrico para determinar cuántos dispositivos se comunicaban con servidores asociados con compañías de cibervigilancia.
Casi la mitad de los casos estaban ligados a SpyToMobiles, que mercadea su producto a los consumidores.
Aunque por lo regular no es ilegal espiar teléfonos que sean propiedad del usuario, el asunto se pone más turbio cuando la vigilancia electrónica es a teléfonos a los que una persona regularmente tiene acceso, como el de la pareja sentimental.
Bloomberg News
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