Partió de la Tierra en octubre de 1997 y se situó en la órbita de Saturno en julio de 2004. A lo largo de los casi nueve años que lleva escrutando al segundo mayor planeta del Sistema Solar y sus lunas, la sonda Cassini ha revelado centenares de los secretos que guarda el Universo. A modo de ejemplo, sus últimas imágenes mostraron la semana pasada un gigantesco huracán en el polo norte de Saturno.
Cassini pasa por ser una de las sondas mejor equipadas que nunca se hayan enviado al espacio. Así, cuentas con instrumentos que pueden realizar mapas de temperaturas y geológicos, estudiar la composición de nubes o investigar los campos magnéticos.
Camino de su destino tuvo tiempo incluso de sacar miles de imágenes de Júpiter. Y aunque ‘solo pasaba por allí’, la labor que llevó a cabo permitió corroborar la validez de la Teoría de la Relatividad de Einstein.
La sonda tiene como sus principales objetivos Saturno y Titán. En la lista en la que se valora el Índice Planetario de Habitabilidad, Titán obtiene una nota de 0,64 sobre una escala de 1, seguido por Marte (0,59) y por la luna de Júpiter Europa (0,47). Para el estudio de este satélite Cassini viajó con un compañero, la sonda Huygens que se posó en la superficie de Titán en 2005. El trabajo de ambas ha desvelado que existe lluvia de metano, además de lagos y cauces de ríos de este hidrocarburo que se extienden a lo largo y ancho de su superficie.
Vapor de agua
La nave también ha mostrado que la luna Encelado posee una tenue atmósfera, que es uno de los cuatro cuerpos del Sistema Solar que cuenta con actividad volcánica y, lo más llamativo, que expulsa gran cantidad de vapor de agua hacia el exterior a modo de un géiser que riega los anillos de Saturno y la capa superior de su atmósfera. También se le debe el descubrimiento del satélite Febe, una retorcida masa de roca capturada por Saturno hace miles de millones de años y que gira en torno al planeta en sentido contrario al del resto de sus más de 60 lunas.
La vida útil de la sonda llegaba a su fin en 2008 pero dados los excelentes resultados obtenidos y su buen funcionamiento se ha prolongado su misión en dos ocasiones. Ahora está previsto que recoja datos hasta 2017. Entonces, al igual que le sucedió a la Galileo en Júpiter, será dirigida al interior de Saturno para que se destruya en su atmósfera.
Se hará así para evitar que en el futuro pueda quedar descontrolada y colisione contra la superficie de alguna de las lunas y pueda contaminarla, una posibilidad que los científicos quieren evitar a toda costa en los casos especiales de Titán y Encelado.
0 التعليقات Blogger 0 Facebook
Publicar un comentario